Lo concreto y cierto es que todos estos elementos ayudan,
contribuyen, apoyan y hasta son vitales en su conjunto en el desarrollo
empresarial, pero la clave del éxito para cualquier organización es el factor
humano, pues es el capital intelectual y productivo del negocio, es el que
asegura, combinando esfuerzos creativamente, la innovación y el buen
funcionamiento de todos los procesos de la empresa.
En la época que nos toca vivir, la globalización,
proceso de múltiples facetas políticas, económicas, culturales, sociales, trae
consigo tanto oportunidades para avanzar al desarrollo como riesgos, la
competencia se hace cada vez más dura y difícil. La integración característica de este
fenómeno histórico, trae consigo potenciales clientes con un alto estándar de
calidad y servicio, mayor demanda a precios competitivos, mayor exigencia de
aprendizaje y desarrollo personal y
corporativo.
Es aquí donde nosotros, como factor humano, tenemos la
responsabilidad de cumplir y cumplir bien con nuestro trabajo, alcanzar altos
estándares de calidad en nuestros productos, procesos, servicios y trabajar
activa y eficazmente formando una cadena de valor con todos nuestros Stakeholders, que
nos permitan analizar, evaluar, afrontar, solucionar y sobre todo avanzar en
este competitivo mundo globalizado, es decir es el momento de actuar de salir y
hacer frente con nuestra organización y marcar la diferencia como nunca antes, ¡esta es una lucha sin cuartel . . . !
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