martes, 1 de octubre de 2013

APROVECHAR INTELIGENTEMENTE EL FRACASO


 
El fracaso: Frustrarse, desgraciarse, zozobrar, estropearse, errar, fallar, arruinarse; en resumen es un resultado distinto y diferente de algo que se esperaba sucediese bien.


Henry Ford decía: “El fracaso es la oportunidad de empezar de nuevo, con más inteligencia”.
 

El no aprender de los errores nos lleva a la quiebra y esto sucede con más frecuencia de lo que nos imaginamos.

En el ámbito empresarial, un gran empresario visionario puede pasar en tan solo una noche, a ser un ejecutivo que no aprendió de sus errores y que finalmente fracasó.

Los errores son iguales para los grandes empresarios como para los pequeños, fracaso es fracaso, la diferencia es tan solo el impacto por la cantidad o volumen de las operaciones.


¿Se puede decir que el fracaso empresarial es el fin?

Esta pregunta es una constante en el medio empresarial, en donde muy pocos saben aprovechar inteligentemente las oportunidades del fracaso y terminan cuando caen. Definitivamente siempre hay mucho más, después de un fracaso, hay enseñanza, sabiduría, oportunidades si se las sabe aprovechar, porque el que fracasa tiene la ventaja de la lección vivida y su superación puede lograr el efecto del poder transformador.

Sabía usted que mientras cada emprendedor norteamericano experimenta 3,75 fracasos empresariales ganando experiencia antes de alcanzar un triunfo, el 50% de los emprendedores latinos tiene miedo al fracaso y el 64% de los que fracasaron una vez, no vuelven a intentarlo.

Se hace necesario, establecer una instrucción positiva, que permita sin perjuicios cambiar la percepción negativa de las personas hacia el fracaso, rescatando el aprendizaje que posteriormente se transformará en éxitos tangibles. Esto solo se conseguirá con la participación activa de los gobiernos, reformando la educación que durante muchos años ha conseguido que las personas vivan con temores, baja autoestima, limitaciones, tabúes, creando barreras y conflictos personales y sociales; con ello se debe lograr entonces que las futuras generaciones logren cambiar su cultura de vida transformadora para aprovechar inteligentemente “el fracaso”.
Tomar decisiones empresariales verdaderamente inteligentes marca la diferencia entre los ejecutivos exitosos. Esperar lo inesperado se debe convertir en una obligación, los escenarios no deben ser siempre ganadores; si se plantean 5 escenarios óptimos deben existir por lo menos 15 escenarios críticos, que permitan tener una amplia visión de la estructura empresarial.  
Recomendamos reflexionar sobre los siguientes puntos, a fin de lograr que el fracaso se evite y el éxito se genere día tras día.
  • El esfuerzo, muchas veces se convierte en el símbolo del sacrificio. Llega un momento en donde todo se convierte en un infierno.

  • El exceso de confianza, se convierte en la mayoría de empresarios, en el talón de Aquiles.  Se cae en un estado vegetativo, del que solo un milagro los podría salvar.

  • El cambio constante asusta, muchos prefieren evitarlo a enfrentarlo.  Se reconoce, pero no se hace nada para afrontarlo.
 
Entonces, estamos de acuerdo, en que muchas veces, los altos ejecutivos desconocen sus errores corporativos y cómo afrontarlos de forma inmediata; así como también aplican patrones destructivos de comportamiento, los cuales desdibujan su percepción de la realidad, deterioran los sistemas de comunicación, aplican cualidades de liderazgo que impiden reconocer los errores y cambiar el rumbo del fracaso; pero también entendemos que el éxito solo se logra después de haber fracasado.
 
 
"Admira a quien lo intenta, aunque fracase".
Lucio Anneo Séneca 
 
p/micali
 
 

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